El comienzo fue complicado porque a la hora de la cita, el cielo se colmó de nubarrones y la lluvia quiso, pero no pudo, suspender la carrera. Los WhatsApp hervían con mensajes preguntando si se suspendía, si se demoraba… qué hacíamos. Todo era incertidumbre. Aun así, los socios, sus invitados, los integrantes de la ONG Pan del Alma y nuestros empleados se dieron cita en el punto de convocatoria, resguardados algunos bajo sus paraguas. El lugar empezó a colmarse, no ya de ringtones, sino de gente. Y hasta alguna sombrilla de la pile sirvió de refugio.
El sol amagó con abrirse paso entre las nubes, pero las gotas volvieron. Hasta que fue la energía de la gente la que, creemos, logró cambiar el clima. Y la lluvia, finalmente, se detuvo. Nuestro animador tomó el micrófono e invitó a todos al precalentamiento. Luego, al son de la sirena del starter de nuestra cancha de golf, se lanzaron los corredores del trayecto de 8 kilómetros. A los pocos minutos, lo hicieron los del recorrido de 3K. A su paso, muchos salían de sus casas para saludar a los corredores. Algunos, incluso, decoraron sus casas con globos.
Pero la fiesta no terminó ahí. Luego, todos los corredores de 8K y 3K se sumaron a más socios, amigos y familiares para recorrer juntos el tramo final de 1K. Ese último recorrido coronó la carrera con risas cómplices, festejos entre los niños, parejas de abuelos corriendo de la mano. Trescientas almas recorrieron los senderos arbolados del country, entre ellas madres e hijas codo a codo, padres con sus pequeños niños en los hombros, mujeres empujando cochecitos con sus bebés, abuelos junto a hijos y nietos, demostrando que esta carrera era mucho más que una competencia: era un símbolo de comunidad. Fue el cierre perfecto, donde todos dijeron sí a la armonía, al disfrute y al deporte en comunidad.
Este evento no solo marcó el inicio de los festejos por el 50° aniversario de nuestro club, sino que también dejará una huella imborrable en nuestra comunidad. Gracias a la participación de nuestros socios, sus amigos y el apoyo de nuestros sponsors, logramos absorber los costos operativos y así donar más de tres millones doscientos mil pesos a Pan del Alma, la ONG de Campana que trabaja incansablemente para erradicar las escuelas rancho en los lugares más recónditos de nuestro país.
Agradecemos profundamente a cada persona que hizo posible que este día quede para siempre en nuestra historia: a los corredores, caminantes, donantes y alentadores; a nuestros empleados, que día a día trabajan para que nuestro club siga creciendo; y especialmente a la Comisión Camina y Corre, que con esfuerzo y dedicación transformó esta idea en una realidad; ellos son: Luis Sánchez (Capitán), Mariano Dziwak, María Galindez, Verónica Lamas y Verónica Rapetti.
Esta maratón no fue solo una competencia, sino un símbolo del poder de nuestra comunidad cuando se une con un propósito común. En un país donde muchas veces predominan las diferencias, demostramos que, cuando trabajamos juntos, logramos cosas impensadas.
Sigamos sumando momentos, proyectos y acciones que nos fortalezcan como comunidad. ¡Este fue solo el comienzo de un año lleno de festejos!
#50AñosCardales #Maratón50Años #UnidosSomosMás
Nuestros Sponsors hicieron posible que más donaciones lleguen a Pan del Alma
Queremos agradecer especialmente a quienes nos acompañaron para que esta jornada sea increíble con sus contribuciones económicas, premios, bebidas, frutas y snacks.
Y a nuestros sponsors azules también por acompañarnos en nuestros festejos:
- Di Yorio
- Frutas y Verduras Anabel
- Montagne Campana
- Native
- Quick,
- Simple Solutions
- Sol de Patagonia y
- Tecnord
Y, si no pudiste correr o colaborar aún, te dejamos un link por si querés donar directamente a ellos: ¡Sí, yo quiero donar a Pan del Alma!
